viernes, 6 de mayo de 2016

Empuñando ésta desgastada pluma
redacto sobre ésta reminiscencia,
habiendo hallado tinta tan reseca
en las yemas de ésta mano exhausta,
cuando cité al inconcluso relato
que te hacía soñar el inconsciente:
"tu voz quiso, hizo que me relajara".
nadar en tus sueños y creer que soy yo
¿sera ese personaje, tu protector?
tus latidos son las voces que me callan
eres tu la que mi alma apacigua,
en ti veo mil universos ya leídos
y, en el reflejo de aquellas tapas
de libros alimentados por tu café,
aviso los ojos perdidos en sueños
de aquella; la otra mitad de mi ser.

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